Hay algún plato más simple, popular y universal que las papas a la francesa? En realidad la pregunta tiene trampa, pues no son tan sencillas. Conseguir la patata frita perfecta es todo un reto, porque además no todo el mundo tiene la misma opinión en cómo deben ser. La cosa se complica mucho más si nos ponemos en un detalle más allá de nuestras fronteras, ¿os apetece conocer cómo se comen las papas a la francesa en otros países ? Tenemos opciones para todos los gustos.
Las patatas se pueden freír de mil maneras, y no olvidemos que muchos de nuestros platos parten de ese paso en su elaboración. La tortilla de patatas es un buen ejemplo, pero aquí nos ocupamos de otra cosa. Todo el mundo sabe a qué nos referimos cuando hablamos de papas a la francesa, esa guarnición o picoteo que combina tan bien con casi todo y que muchas opiniones adictivas. Baratas, humildes y tremendamente populares, se asocian al fast food pero también pueden tener cabida en menús tradicionales. ¿Cuántas maneras de comerlas se os ocurren?
Las papas a la francesa, un bocado universal de origen difuso
Cuando comprobamos el suelo y las condiciones climatológicas europas, la patata comenzó a asentarse primero en la dieta de los gentes más pobres. Es económica, versátil, nutritiva y energética , se conserva bien durante mucho tiempo y sacia los estómagos fríos y hambrientos. Con el tiempo se fue introduciendo en la alimentación de toda la población mundial, y hoy se emplean tanto en las recetas más humildes como en los menús de alta cocina.
¿Y qué pasa con la papa a la francesa? ¿Cómo nació? Su origen exacto no está claro, pero parece ser que fue una creación belga o francesa . Todavía ambos países se disputan su autoridad, aunque yo creo que en ese misterio reside parte de su encanto. Aunque en inglés se utiliza el término papas fritas y en países como Alemania o Suiza se habla de pommes frites , lo cierto es que para los belgas la papa a la francesa es toda una institución , un símbolo cultural. Están orgullosos de sus recetas, de la perfección de su técnica e incluso existe un museo dedicado a la papa frita.
Un mundo aparte tiene las patatas tipo chips de bolsa, en el que hoy no vamos a entrar -aunque tengo que decir que las artesanales de verdad están para morirse-. Hoy nos centramos en las papas a la francesa típicas , alargadas o en gajo, doraditas, crujientes por fuera pero tiernas por dentro. No son solo esa "guarnición" que te pondrán con la hamburguesa de turno; a lo largo y ancho del planeta también se disfruta de las papas a la francesa por sí mismas.
Poutine en Canadá
Empezamos con esta especialidad franco-canadiense, considerado por muchos el plato nacional de Canadá, sobre todo en la región de Québec. Consiste en papas a la francesa al estilo francés, normalmente algo más gruesas de lo normal, servidas con queso en grano cuajada de queso y cubiertas de salsa . El gravy es esa salsa espesa y oscura de carne que no falta en las grandes celebraciones. El queso en grano consiste en las partes sólidas de la leche cuajada, debe "chirriar" en los dientes y tiene una textura algo gomosa.
Papas fritas con queso o chips de queso
Papas a la francesa y queso fundido: no se necesita mucho más para tener una comida suculenta y adictiva. Quizá no nos hayamos planteado que sea una receta como tal, pero en Estados Unidos y también entre los británicos se suele hablar de papas fritas como un plato con todas las leyes de la ley. La versión más genuina no se basa en queso como tal , sino más bien una salsa procesada que posiblemente se originó con la aparición en el mercado del Cheez Whiz .
Por supuesto, hay mil variantes diferentes. La salsa de queso puede tener diferentes mezclas o ser casera -si hay suerte-, pero también puede consistir en queso de verdad fundido, como mozzarella, o cheddar. También hay especialidades locales según la zona, acompañándose de tocino, salsas diversas, cuidado picada o jalapeños.
Papas asadas de carne
No sé si llamarlo cocina fusión, pero está claro que es un plato pensado para satisfacer los estómagos más hambrientos de los aficionados aficionados a la comida mexicana, o al menos a su versión. Las patatas fritas con carne asada son muy populares en San Diego , donde el local llamado Lolita's comenzó a servirlas como sugerencia de su proveedor de tortillas.
Patatas, carne de ternera, guacamole, queso fundido y crema agria ; es sin duda comida reconfortante de la buena, contundente y calórica, muy calórica. Hoy se encuentra en cualquier taquería de la zona y otros restaurantes y cafeterías, y recientemente la cafetería del estadio de los Dodgers también lo ha incluido en su oferta. Opcionalmente se prepara en versión picante con salsa más o menos intensa.
Patatas Chaat masala
Ya que hemos nombrado el curry, podemos acercarnos ahora a esta especialidad que utiliza la mezcla de ingredientes chaat masala para dar un sabor distinto. Es un aderezo típico de la India y otros países como Bangladesh o Pakistán, y aunque los ingredientes exactos pueden variar según la región o el cocinero, tiene algunos sabores comunes. No suelen faltar comino, polvo de mango seco, cilantro molido, jengibre, asafoetia, sal negra, pimineta y chile en polvo. Se usa mucho para aromatizar recetas tradicionales y también platos de comida rápida.
Las papas a la francesa chaat masala no siguen una regla común, pero tampoco son complicadas de preparar. Habitualmente las patatas son irregulares y se combinan texturas crujientes con otras más blandas, y el sabor es una mezcla de picante, ácido, salado y algo áspero . No suelen llevar queso pero sí que es habitual acompañarlas de kétchup para mojar.
Salchipapas
Me niego a recordar cierta canción relacionada con este invento que cada vez se puede ver más en puestos de comida y food trucks de nuestro país. El nombre es bastante acertado, simpático y descriptivo: el matrimonio perfecto de salchicha y papas a la francesa . Surgió en las calles de Lima, en Perú, y su éxito no tardío en extensión por América Latina, llegando también a Estados Unidos y Europa.
Las salchichas fritas o la parrilla se trocean y se mezclan con papas a la francesa en una fuente que se acompaña de salsas diversas. Es un plato sencillo, económico y muy básico , pero que sin duda alimenta con gusto a los estómagos hambrientos, especialmente a altas horas de la noche. En ocasiones se puede servir también con lechuga, tomate y algún otro vegetal.
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